Equipo de Mujeres en Selective de Rafting
La inquietud surgió a finales de abril del presente año en que se convocó al XXIV selectivo nacional de rafting a celebrarse los días 11, 12 y 13 de julio del 2000 en Jalcomulco Veracruz. El reto: encontrar a 6 mujeres capaces de aceptar el desafío de incursionar por primera vez en la selección de este deporte extremo.
No fue tarea fácil reunirnos, hubo muchos cambios de integrantes ya que requerías tiempo, disposición física y mental pero sobre todo lo anterior: espíritu de aventura.
Entrenar implicaba remar sin descansar por una hora 2 veces por semana y doble turno en fin de semana, así como voltear y regresar la balsa a su posicion, prácticas de rescate, diferentes intensidades de remada, descenso de río en diferentes niveles y sobre todo coordinación de movimientos y fuerzas entre las integrantes del equipo en el cual el último cambio de elementos se realizó 3 semanas antes del selectivo conformado de la siguiente manera: Leslie (punta izquierda), Paola (punta derecha), Ena Buenfil (centro izquierda), Miriam (centro derecha) Andrea León (timón izquierdo) Lizzy Camacho (Timón derecho).
Las pruebas por superar eran 3: Sprint, prueba de corta longitud que requiere la mayor rapidez ya que se elimina equipo contra equipo (por parejas de balsa) down river entre 18 y 24 kilómetros de recorrido por rápidos clase III y IV requiere resistencia y por último el slalom que implica pasar dentro de puertas superpuestas en el río mezcladas en agua calma o rápidos y a favor o en contra de la corriente.
Por fin llegó tan esperada fecha aunado a la tensión de ser pioneras en este deporte tendríamos la cobertura del evento por parte de un canal de deportes extremos con transmisión internacional.
Por fin llegó tan esperada fecha, aunado a la tensión que implicaba ser pioneras en el campeonato tendríamos la cobertura del evento por parte de un canal de deportes extremos con transmisión internacional.
Eran las 9:00 a.m. y ya todas estábamos a la orilla del río inflando la balsa y dando los últimos toques a los detalles; por otra parte teníamos la expectación de todos los equipos varoniles (11 balsas) los cuales siempre nos apoyaron con sugerencias, pues algunos de ellos anteriormente habían participado en selectivos panamericanos y mundiales de rafting.
Nuestra competencia era contra otro equipo de 6 mujeres pero con un guía masculino lo cual implicaba 6 motores y un timón independiente, que ya dentro del río es una gran ventaja pues de esa manera sólo te concentras en remar al frente y el guía se ocupa de poner la dirección y elegir las líneas; por lo tanto nuestra tarea era realizar todo lo anterior de manera coordinada y encima ordenada (por que ya se podrán imaginar los gritos de 6 mujeres en un espacio de 2x4 m.).
La 1° prueba “Sprint” equipo por equipo realizábamos un recorrido de 200 m. Contra reloj para de esta manera saber quien sería tu pareja de balsa para eliminación. Los nervios aparecieron al escuchar 5,4,3,2,1 salen! Terminamos el recorrido con los antebrazos completamente entumecidos y sólo restaba esperar a ver el tiempo de las otras competidoras: 1 segundo de diferencia nos dio la ventaja para poder elegir la posición en el río (lado izquierdo o derecho). Decidimos posicionarnos del lado derecho, el rápido a superar “El tiburón” imaginen la tensión de estar junto a tu adversario y la necesidad de tomar la delantera para llegar por la mejor línea de corriente y librar: hoyos, olas y piedras del rápido. Fue complicado tomar la delantera pero la adrenalina hace milagros, llegamos por la línea antes elegida sin contratiempos, hubo un momento en que las balsas chocaron y las integrantes de un lado de cada balsa se imposibilitaron para remar era estresante escuchar los gritos desesperados: adelante! Remen! Por fin las rebasamos, después tomaron una línea más corta y ya estaban delante de nosotras, no pueden ganarnos! Con coraje! Gritaba Andrea desde el timón derecho de la balsa, nuevamente las alcanzamos y tomamos la 1° posición pero aproximadamente a 25 metros de la meta, la balsa contrincante se aproximó y nos dio alcance, fue el momento del clímax de los gritos de desesperación, ahora no sólo era Andrea sino todo el equipo y llegamos a la meta con sólo media balsa de diferencia... imagínense el momento ya teníamos ganada la primera prueba equivalente a 300 puntos pero el siguiente día venía la prueba más pesada: el descenso de río completo (pescados).
Eran las 11:00 a.m. bajo el puente “pescados” se encontraban los 13 equipos participantes realizando ejercicios de calentamiento antes de iniciar el descenso el cual sería del rápido “Ferry” al puente de Jalcomulco. Saliendo las balsas de manera individual con una diferencia de 2 minutos entre una y otra tiempo suficiente para evitar un embotellamiento de embarcaciones... era emocionante y alentador el helicóptero que desde el plano aéreo filmaba el desenvolvimiento de la competencia, los rápidos los pasamos sin contratiempo alguno, sólo que nos atoramos en 2 ocasiones por la misma prisa de llegar cuanto antes... y nuevamente a esperar los resultados, al acercarnos a la meta se podían escuchar los gritos y porras de los espectadores: amigos, familiares y novios (toño y pelónn) eso hace que aunque ya vayas fatigado una fuerza interna te obligue a lograrlo. Y al escuchar los resultados, habíamos perdido por un minuto de diferencia. Perdimos una batalla pero la guerra aún continuaba, faltaba el último desafío: el slalom, prueba que requiere gran precisión de movimientos.
En el slalom tienes 2 oportunidades de recorrer la pista que consta de puertas a favor y en contra de la corriente evitando tocar los tubos que las forman, tu penalización es de 5 segundos si tocas y de 50 si la omites al igual que si un casco de algún integrante no pasa dentro.
Tan pronto llegamos a la pista de slalom nos dispusimos a analizar las condiciones de ésta, fue al unísono la expresión de admiración de quienes la contemplábamos al advertir que las primeras puertas se encontraban justo en la corriente principal del primer rápido, que iniciaba con semejante piedra a librar y por supuesto un hoyo que provocaba una caída un tanto violenta, conforme avanzábamos pudimos darnos cuenta de que aquella puerta representaba una de las de mayor grado de dificultad, más tarde pudimos corroborar nuestras sospechas, pues los primeros equipos varoniles tuvieron la desgracia de tocar los postes, lo cual es penalizado por los jueces que se encuentran en la ribera del río y quienes gozan de una inmejorable posición para apreciar la destreza de los competidores y precisamente en ese lugar se encuentran también los asistentes al evento tanto pasivos como “gritones”.
5,4,3,2, 1 “salen” dio inicio la primera oportunidad, el rápido, la piedra, ola deflectora, hoyo y por fin la puerta sin movimiento alguno de los postes, pero ahora: a salir de la corriente principal para remontar la siguiente puerta remando rìo arriba, después de un gran esfuerzo ¡perfecta! La tercera fue sencilla, la cuarta contra corriente, quinta sin problemas, en la sexta Andrea empieza a dar instrucciones para cambiar de dirección sin percatarse que del lado izquierdo aún tenemos una puerta contra corriente más, el resto del equipo enfiló la balsa hacia la anterior y con un gran esfuerzo lo logramos sólo faltaba la última puerta, haciendo un “ferry” para cruzar el río, posicionamos la balsa para pasar por el centro de la puerta, un movimiento brusco! Una parte más cargada a la derecha... no! Y con esto el casco de Paola que no entró por el poste respectivo... posteriormente la meta y nuestros respectivos 50 segundos de penalización. El estrés aumentaba cada vez más, era nuestra batalla decisiva, necesitábamos ver el desempeño de las adversarias y los resultados del primer intento, sólo supimos que omitieron la primer puerta y tocaron otra, pero la contabilidad final no la conocimos... sólo quedaba una última oportunidad. Haciendo un esfuerzo sobre humano por mantener la serenidad y la calma, estuvimos analizando nuestros errores y la estrategia a seguir en lo que sería: la prueba crucial que definiría el poseedor del título nacional o sólo un “gracias por participar” en un abrir y cerrar de ojos estábamos junto al radio en el cual se escuchaba la voz del jefe de jueces: 5,4,3,2,1 “salen” iniciamos nuestra última oportunidad, se acercaba la primera puerta, la gente gritaba emocionada, entre el estruendo del rápido y lo que trataban de decirnos todo parecía un murmullo, poco antes de llegar a los postes la balsa gira bruscamente, una reacción rápida y correcciones de todas las integrantes, salva el primer escollo, la segunda tocamos un poste, tercera y cuarta sin problemas, quinta y sexta igual y la última, la balsa un poco de lado, gritos ¡los cascos! Miriam y Lizzy se tiran al centro de la balsa, el remo de Paola se atora entre la corriente y la balsa... no lo suelta! Todos los cascos pasaron... la meta y con ella la incertidumbre pero ahora sólo 10 segundos de penalización y un tiempo de recorrido menor al anterior, rápidamente a la ribera del río, el último descenso de nuestras adversarias: omiten la primera puerta, demoran en subir contra corriente, tocan un poste y empezamos a vislumbrar el triunfo, las cámaras de T.V inician las entrevistas pero aún falta la contabilidad final... una comida la cual devoramos y los preparativos para la clausura y 2 horas más tarde el resultado: los aplausos, música, gritos y el nuevo desafío la búsqueda de patrocinio para el selectivo panamericano. Gracias a Santiago que nos facilitó su equipo y su tiempo para los entrenamientos, a quinto sol (balsa de competencia), a chevy, toño y pelón que siempre estuvieron con nosotras. Invitamos a todos aquellos que nunca han practicado RAFTING a que nos visiten en la huaxteca potosina pero ¡CUIDADO! La adrenalina causa adicción.
Ena Mildred Buenfil
Lider Empresarial
Expediciones Huaxteca.com www.huaxteca.com